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Mostrando entradas de junio 2, 2024

El claustro románico de Santa María la Real

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  Es a mediados de julio, cuando el calor todavía resulta sofocante cuando el viajero, dejando atrás las misteriosas singularidades de la Montaña Palentina, se adentra en las soledades infinitas de la Meseta castellana y afronta, aliviado por el aire acondicionado del vehículo, los ardores de un sol de justicia, cuyos rayos, metafóricamente hablando, se abaten inclementemente sobre esos mismos Campos Góticos que acongojan al peregrino, arredran al arriero y aturden al viajero, induciéndole a dar cabezadas contra el cristal del autobús de línea que le lleva, quién sabe, a destinos más templados. Aguilar de Campoo, la capitalidad de una tierra, cuyos sentimientos, supone el viajero, aunque tal vez se equivoque, miran más hacia la prodigalidad natural del Norte que a las terribles calimas y secanos de la Meseta -recordemos, que apenas son una treintena de kilómetros los que la separan de Reinosa y la frontera con una Cantabria con la que comparte no poco protagonismo- apenas comienza a de

Enigmas de Valderredible: el eremitorio de Cadalso

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  Cambiamos de escenario y dejando atrás los campos de lavanda, la excelencia de su miel y el mediático pintoresquismo de los pueblos de la Alcarria, la brújula de nuestras inquietudes viajeras vuelve a señalar hacia el brumo Norte y sus infinitos misterios. En efecto, a años-luz de distancia del mundo moderno y sus innovadoras inquietudes tecnológicas, existen todavía lugares, en España, anclados en una antigüedad tan desconcertante, que, en comparación, su visión nos puede provocar un choque emocional, cuyos protagonistas más inmediatos, no son otros que la perplejidad y la incredulidad. Valderredible es, posiblemente, una de las regiones más extensas de Cantabria y por defecto, también de las más antiguas, menos pobladas y ciertamente ancladas en los enigmas de un pasado, que todavía vibra, con fuerza inusitada, en el alma de sus habitantes. Hablamos de una región, que, aunque todavía comparte protagonismo territorial con Palencia y el norte de Burgos, continúa caracterizándose por

La formidable iglesia rupestre de Santa María de Valverde

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Alejándonos algunos kilómetros de los Cañones del Ebro y los espectaculares pueblecitos que moran a la vera de sus imponentes singularidades y dirigiéndonos hacia el corazón de ese milenario lugar de misterios -donde la clave fundamental fue la prolongada persistencia de un fenómeno eremítico que asaltó los corazones de muchos de aquellos visigodos que veían su mundo derrumbarse tras la caída de su imperio en el siglo VII- que es Valderredible, para visitar una de las más interesantes y enigmáticas de las iglesias rupestres que, en mayor o en menor medida, copan buena parte de la región: Santa María de Valverde. La iglesia rupestre de Santa María de Valverde, situada en el municipio de Valdelomar, casi a pie de una sinuosa carretera comarcal que comunica entre sí los pueblos de Quintanilla de las Torres y Villanueva de la Nía, ocupa un lugar privilegiado en un fértil valle que mantiene una oportuna, cuando no prodigiosa intimidad, rodeado de frondosos bosques. Se trata, junto con la ig