Monasterios de la Ribera Sacra


Un nuevo año comienza, y con él, comienzan también nuevos proyectos, nuevas rutas y múltiples expectativas, que han de discurrir por caminos misteriosos; caminos que tal vez no sean infinitos, pero que pueden llegar a parecerlo, si tenemos en cuenta la gran cantidad de Historia, de Arte, de Cultura y de Belleza que ocultan. Caminos que discurren por áridos senderos rurales; por la suave placidez de valles; por lo más recóndito de bosques y montes; por escarpados picachos, e incluso a la vera de ríos cuyo generoso caudal semeja ese deseo natural de llegar a ser el mar que vislumbran al final de su camino. Por caminos así, se desenvuelve la ruta que os propongo para este comienzo de año. Una ruta que recorre, si bien no completa, sí al menos una cumplida parte de los monasterios que conforman una zona muy especial de las provincias de Lugo y Orense.


A la vera de los ríos Sil y Miño, o situados más al interior, comunidades humanas de diversa índole, condición y línea de pensamiento, resacralizaron un lugar, la Roboyra Sacrata (1), que ya era especial, y por lo tanto revestido con un aliento de divina idiosincrasia para diferentes culturas, como la celta, que poblaron este entorno antes de la llegada del Cristianismo. Comunidades que levantaron, a base de cálculo, maestría y observación, insignes edificios cuyas piedras, lejos de guardar silencio, conforman un genuino lenguaje de símbolos que proclama a los cuatro vientos la suprema mediatez de los paradigmas más persistentes que subyacen en ese inconsciente colectivo que acompaña a la Humanidad desde el alba de los tiempos.
Bienvenidos, pues, a la magia monumental de los monasterios de la Ribeira Sacra.

 
(1) En realidad, tal sería, en principio, su denominación, según se constata en diversos documentos medievales, descubiertos hace años por Ana Méndez, la que fuera guardiana del monasterio de Santa María de Montederramo hasta tiempos recientes.

Comentarios

KALMA ha dicho que…
Hola!
¡¡¡Qué vídeos tan bonitos!!! La música del piano del primero me hipnotiza y las vistas, lo que nos enseñas, en los dos.
Una tierra que es como el caldo de las vides que abrazan a algunos de los monasterios, qué buenos recuerdos Juan Carlos, como me gustó el monasterio de las monjas del cister de Pombeiro y el entorno de Ferreira del Pontón, a una y a otra orilla, una entrada llena de arquimia, un beso.
juancar347 ha dicho que…
Hola, bruja. Me alegro que te gusten, sobre todo porque en parte eres tú la responsable de que me lanzara a esta aventura, pues cuando volaste por allí con tu escoba, me mostraste estos lugares llenos, como muy bien dices, de magia y de alquimia. Aunque no están todos -seguramente que en los vídeos, has echado de menos el de Santo Estevo de Ribas de Miño-, sí que constituyen un buen atisbo de lo mejorcito que todavía sobrevive en esa maravillosa parte que conforman las fronteras de Lugo y Orense. Un viaje que, estarás de acuerdo, merece la pena y que aprovecho para recomendar desde aquí. Un fuerte abrazo
ana-romanico ha dicho que…
¡Por fin te has acercado a esta preciosa tierra!Has descubierto unos cuantos tesoros, me parece que sólo por fuera, y es una pena porque guardan sorpresas increíbles: pinturas murales, calvarios, VÍRGENES románicas...De ese recorrido tengo yo tres Vírgenes: la de Ferreira de Pantón, la de Xunqueira de Espadanelo(bueno de Asadur, cerquita de allí)que es una huida a Egipto y del impresionante San Estevo de Ribas de Miño otra sedente en piedra. Acabo de completar la colección de "Vírgenes medievales Gallegas" y te invito a que las "mires" . En San Paio de Abeleda los socios y simpatizantes de la asociación O Sorriso de Daniel, limpiamos ese monasterio, con la esperanza de que no quede en el olvido...Y seguimos luchando. Vuelve pronto tienes mucho que ver. Gracias.
juancar347 ha dicho que…
Hola, Ana. Pues sí, ya iba siendo hora. Lo cierto es que durante el pasado año realicé varios viajes a Galicia. Viajes en los que procuré aprovechar al máximo y de los que me siento muy satisfecho, pues el contacto con esta tierra mítica no sólo me ha proporcionado momentos inolvidables, sino que también me ha servido, y mucho, para ampliar conocimientos y traerme una buena provisión de maravillas. Quizás haya sido menos fructífera en cuanto a la imaginería mariana medieval se refiere, pero en fin, no me quejo. Es cierto que no entré en algunos de ellos, pero en otros sí descubrí (o me descubrieron) temáticas interesantes, algunas de las cuales he ido mostrando en algún que otro blog, como en Recuerdos de un Peregrino. Me impresionó San Paio de Abeleda y la labor que estáis realizando alli, por lo que os animo a continuarla con tesón, en la creencia de que nuestro Patrimonio bien vale un esfuerzo. También he visto tu colección de Vírgenes románicas gallegas, impresionante, como ya te he dicho en más de una ocasión, y te animo a que sigas no sólo indagando, sino también reproduciendo y exponiendo. Y en cuanto a volver a Galicia, que no te quepa duda, todavía me queda mucho, pero que mucho camino por recorrer. Un abrazo
El Deme ha dicho que…
Solo visité tres: San Estevo de Robas de Sil, Santa Cristina de Ribas de Sil y Xunqueira de Espadanedo. Pero fue suficiente para emborracharme de serenidad y sosiego. Una excursión maravillosa.
juancar347 ha dicho que…
Hola, Deme. Es una lástima que sólo visitaras tres de ellos, pues en realidad toda esa zona comprendida entre Lugo y Orense, merece la pena. Uno de los que más me entusiasmó y donde disfruté de la magia del lugar en su conjunto, fue precisamente Santa Cristina de Ribas de Sil. Muy cerca, tienes San Pedro de Rocas, un lugar verdaderamente increíble. Pero también es cierto que, al fin y al cabo, en cualquiera de ellos puedes no sólo disfrutar, sino también encontrarte con interesantes sorpresas. Espero que te los apuntes para futuras excursiones, pues te aseguro que conocerlos merece la pena. Un abrazo

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