Cervatos, Cantabria: Colegiata de San Pedro
La clave del erotismo de San Pedro de Cervatos podría estar, entonces, directamente relacionada con estos ritos de la fertilidad, sin necesidad de buscar otras complicadas interpretaciones de origen tántrico oriental, que tanto se manejan en algunos círculos. La prueba de ello, quizás la encontremos en numerosas otras iglesias y colegiatas de la región -como Bolmir, Yermo o Argomilla, por citar algunas- cuyo erotismo no es, bajo mi punto de vista, inferior.
Pero si obviamos, o mejor dicho, dejamos en un segundo plano la erótica canecística, veremos que en este monumental templo de Cervatos -una pasada, como acertadamente dijo una amiga, cuya voz, anónima por respeto, se puede escuchar en el segundo vídeo que acompaña a esta entrada- hay otras claves, otros detalles de interés, que enlazan, en mayor o menor medida, con la posible presencia de una orden militar maldita -el Temple- y con un no menos complicado y fascinante tema: el de los canteros medievales y sus posibles rutas de influencia. Porque, continuando con lo que comentábamos al respecto en la entrada relativa a la Colegiata de San Martín de Elines, aquí, en San Pedro, volvemos a presentir la presencia, si no de ese misterioso magister Dom Michael, sí al menos de su escuela. Esto se hace evidente, comparativamente hablando, en las figuras de algunos de los capiteles interiores que conforman los arcosolios absidiales que rodean al altar. La sospecha surge, casi por sí sola, en la forma de las figuras, y sobre todo, en esa particular labra y disposición se las serpientes, tan familiares a las que podemos encontrar en San Martín de Elines y en tierras de Segovia, como en el interior del Priorato de San Frutos.
El elemento serpentario, parece ser una constante en el trabajo de este magister, o bien una continuación, con la misma técnica de enroscamiento, continuada idealmente por su escuela. Ideal o simbolismo, por otra parte, que podría indicar no sólo una alusión al Conocimiento, asociado generalmente a la figura de la serpiente, sino también una posible alusión a esas wouivres galas, que no serían, si no, esas corrientes telúricas que se desarrollan en el interior de la tierra y que, supuestamente, ejercen una serie de influencias determinadas, conocidas desde la más remota antigüedad.
Las figuras humanas -sobre todo aquella en particular que parece mostrar al propio magister, en el capitel de San Frutos y posiblemente a San Pedro, en este capitel de Cervatos- aunque familiares, también difieren, no obstante, en un detalle principal: los ojos. Lejos de parecer una circunstancia casual, parecen haber sufrido una evolución del círculo original al óvalo, comparable a aquellos otros atribuídos al denominado maestro de Agüero y de San Juan de la Peña, en una disposición que en opinión de algunos investigadores, como Juan García Atienza, denota o implica un concepto de trascendencia.
Trascendencia y atención requiere, también, la observación de otro de los capiteles interiores del ábside -y retornamos al mito serpentario- que representa la lucha de San Jorge/San Miguel con una monstruosa serpiente/dragón enroscada. Motivo que se presta a una especial relevancia en la temática -tanto externa como interna- de la portada de la iglesia de Santa María, en la relativamente cercana población de Yermo, y que constituye, en mi opinión, una auténtica rareza. Así mismo, se aprecia una gran calidad en la labra relativa a otras temáticas interiores, como pueden ser los motivos vegetales, los entrelazados célticos, y sobre todo, las aves, generalmente afrontadas y unidas por la cabeza; motivo de dualidad, tanto en lo referida a aves como a otro tipo de animales, bastante común, no obstante, a numerosas iglesias cántabras y palentinas, como tuve ocasión de comprobar este verano.
Con respecto a la posible conexión de la Orden del Temple, honestamente, no hay motivos suficientes para suponerlo, si exceptuamos la presencia de al menos, cuatro cruces del tipo paté: dos, grandes y bien visibles en los medallones de las nervaduras, y otras dos, muchisimo más pequeñas, situadas junto a otros motivos decorativos de probable reminiscencia céltica, que se localizan en uno de los capiteles situados junto al coro.
Comentarios
En Cervatos y su contorno, existen vestigios de influencia oriental (su tímpano mozárabe) y recuerda la estrella de cinco puntas en San Martín de Elines.
Porque ¿ cómo podría explicarse que en Villanueva de Nía, la simbología erótica se encuentre no en el exterior, sino en el interior del ábside, lugar sagrado de contacto con dios?.
Salud y románico
Con esta representación en el lugar más sagrado, podemos dar cabida a otras connotaciones que no sean la catequético-censora de la pura y simple maldición del sexo a través de la representación de los órganos sexuales desde plásticamente rudos hasta grotescamente distorsionados (Frómista, cara norte de la torre de San Martín), ni la Satírica, crítica con los excesos de los hombres de la iglesia , sino la Sociológica-reproductora, (el encantador canecillo de la prostituta y el monje bajo tejaroz del muro sur de San Martín de Fuentidueña), propagandística o de invitación a cubrir la necesidad demográfica para aportar brazos a los campos, en aquel momento histórico en que vencidas pestes (incluído Almanzor)y pandemias que asolaron el medievo y superado el miedo a la fatídica fecha 1000, el hombre recupera su protagonismo frente a la naturaleza y se produce la eclosión demográfica que inunda campos y el exceso de brazos, determinante del éxodo a las villas, con la consiguiente formación de burgos y aparición de una nueva clase social, liberada del vasallaje a la tierra ( y por tanto que ya no reporta "diezmos del impuesto eclesiástico), nuevos oficios (artístas, artesanos), una incipiente buguesía,y una nueva modalidad de ejercicio económico (el comercio) que a la postre daría al traste con el concepto feudal y sería germen de la nueva Edad naciente.
Salud y románico
La vulva,también tiene un contenido de regeneración equivalente al león fagocito, pues deriva del egipcio sherah ( revelar) y gig (santuario), y en las representaciones del Nilo, el órgano genital femenino se forma jeroglíficamente por dos medias lunas enfrentadas, de tal forma que simulan la abertura vertical de la vulva, representando en el mundo egipcio la entrada al mundo espiritual, desde donde pasaría al contexto cristiano evolucionando como la “Vesica piscis”, es decir la aureola o almendra mística para indicar que lo que se encontraba dentro de ella corresponde a un plano espiritual. Sería la "puerta entre mundos", y por tanto, no necesariamente con la carga negativa de la boca del Infierno.
Un abrazo.
http://cabeceras.eldiariomontanes.es/imagenes-municipios/campoo-sur/1287/cervatos-una-de-las-joyas-de-cantabria.html
Creo que los astros me indican que revisite mi tierra.
Un abrazo.
http://www.youtube.com/watch?v=yAPnvEiIwec