Retorno a Eunate
' I maginémonos al peregrino que ha pasado el Somport y que ha reposado en el famoso hospital: "la tierra española se abre entonces a los ojos y a los pasos por una de sus regiones más agrestes, Aragón, rudo y guerrero, donde el camino atraviesa los contrafuertes norte por el valle del río que le ha dado su nombre" (R. de la Coste-Messelière). Los santiaguistas, sin duda, contemplan largamente aquél paisaje nuevo, esta tierra magnífica y atormentada que el Apóstol había santificado al evangelizarla y al abandonar allí su cuerpo. Luego comenzaban el descenso hacia Canfranc y Jaca; dejaban a cierta distancia, en los montes y los bosques, el monasterio de San Juan de la Peña, se dirigían hacia el oeste, atravesaban las tierras de San Salvador de Leyre, alcanzaban Sangüesa, y por Monreal, Tiebas, Eunate y su capilla poligonal llegaban a Puente la Reina...'. [Yves Bottineau: 'El Camino de Santiago', Ediciones Orbis, S.A., 1985, página 54] ******* D efinía Ambrose B