viernes, 26 de agosto de 2011

Arte Asturiano: la Octava Maravilla

'Constituye singular foco de cultura en la pequeña Corte de los reyes asturianos, herederos del sentimiento goticista. Sobre soluciones de tradición hispano-romana, con aportaciones carolingias y bizantinas, cobra alientos propios, sin ya apenas analogías con lo visigótico'.

[Jaime Federico Rollán Ortiz (1)]


Se atribuye a Jovellanos la calificación de Arte Asturiano -seguramente motivado por un narcisismo pasional más que justificado- que define una serie de magníficos elementos arquitectónicos que, como bien afirma Rollán Ortiz, alejándose del estilo visigodo e introduciendo innovaciones de origen carolingio-bizantino, e incluso propias, conforman un conjunto personalizado que no se encuentra en ningún otro lugar de la Península.

Arqueólogos e historiadores, sin duda más racionales y menos influenciables a las Bellas Artes, donde se incluye la Poesía -disciplina que ha acompañado al hombre a lo largo de su mitológica existencia- han considerado más intelectual referirse a ellos como Arte Prerrománico Asturiano.

Una definición fría, en mi opinión, que se aleja de la auténtica dimensión perceptiva, centrándose, única y exclusivamente en la técnica, olvidando, de paso, un factor tan importante y determinante, como es la compenetración con el entorno.

Creo que es contemplando estas auténticas joyas con una amplitud de miras lo más abierta posible, como se llega a comprender, o mejor dicho, a intuir, la mágica atracción que emana de sus milenarios cimientos. Diseccionarlos con los sentidos resulta una experiencia única, enriquecedora, mucho más humana y espiritual, en el fondo, que el detalle intelectual de saberse de carrerilla cuáles son los elementos técnicos que los definen y sus, en ocasiones, impronunciables nombres.

Me gustaría hacer un pequeño inciso en la temática del blog, y permitir que sea el espíritu quien defina, si no todos, al menos algunos de los edificios más emblemáticos, en la seguridad de que este pequeño viaje por el Universo Artístico Asturiano sirva para relajar la mente y de paso, embarcar en un pequeño viaje por la magia de un mundo que, a pesar de todo, parece destinado a ir perdiéndose progresivamente.




(1) Jaime Federico Rollán Ortiz: 'Iglesias del Arte Asturiano', Editorial Everest, S.A., 3ª edición, 1991, página 6.