miércoles, 25 de enero de 2012

El Románico Burgalés de la Sierra de la Demanda



'Ya se trata casamiento, / ¡hecho fue en hora menguada! / doña Lambra de Burueva / con don Rodrigo de Lara. / Las bodas fueron en Burgos, / las tornabodas en Salas: / en bodas y en tornabodas / pasaron siete semanas. / Tantas vienen de las gentes, / que no caben por las plazas, / y aún faltaban por venir / los siete infantes de Lara...' (1)

Comarca situada en la Cordillera Ibérica, la Sierra de la Demanda -también denominada Sierra de Arandio- engrosa un territorio peculiar, que se extiende entre los límites de tres provincias mediáticas: Burgos, La Rioja y Soria.
Durante estos últimos meses, he tenido la oportunidad de realizar algunas puntuales y afortunadas escapadas a la provincia de Burgos, penetrando cada vez un poco más en regiones hasta entonces, lo reconozco, prácticamente desconocidas, situadas dentro de administraciones territoriales de particularísima idiosincracia: La Esgueva, La Bueba -esa Burueva de doña Lambra- La Ribera -obviamente, del Duero- y La Demanda. Dejo aparte Las Merindades, pues una nada desdeñable porción de su increíble territorio, tuve la oportunidad de recorrer durante el mes de julio de 2009. Todas ellas, por separado y en conjunto, contienen -aún a pesar de los pesares- toda una increíble herencia histórica y cultural, que haría prácticamente una misión imposible la aventura siquiera de intentar transmitirlo.
La apuesta, no obstante, para las futuras entradas de este blog, se fundamenta en intentar transmitir, cuando menos, las impresiones personales, de acuerdo a lo vivido en todas y cada una de las escapadas a las que hacía referencia al comienzo de esta entrada, distribuyéndolas por zonas. Evidentemente, no está todo; incluso habrá quien eche en falta lugares importantes, específicos, determinados. En mi defenda y en mi ánimo de caminante contumaz, sólo me comprometo a traerlos a este blog, el día que mis pies tengan la oportunidad de acceder a ellos.
Mientras tanto, os sugiero, o mejor dicho, os invito a acompañarme por una región quizás demasiado marcada por la leyenda de los Siete Infantes de Lara, pero henchida en Historia, en Arte, en Tradición...y en Leyenda: la Sierra de la Demanda. Y para ello, os invito a hacerlo en el mismo orden en que yo la realicé: Barbadillo del Mercado (ermita de San Juan Bautista), Cascajares de la Sierra (la Natividad de Nª Sª), Jaramillo Quemado, Jaramillo de la Fuente (Nª Sª de la Asunción), Vizcaínos (San Martín de Tours), Barbadillo del Pez (ermita de Santa María de las Nieves), Riocavado de la Sierra y Pineda de la Sierra.




(1) 'El Romancero, introducción y seleción Manuel Alvar, Editorial Magisterio Español, S.A., 1968, página 56 ( Romance de Doña Lambra).

domingo, 22 de enero de 2012

San Pedro de Echano: ¿una sinfonía musical?




La iglesia de San Pedro de Echano, es un completo enigma. Un enigma sobre el que rondan numerosas teorías, entre las que no se descartan aquéllas que ven en su situación e impronta, la sombra, escurridiza pero alargada, de unos freires que fueron condenados por herejía a principios del siglo XIV: los templarios. El paganismo anexo a sus representaciones ornamentales, y en especial a las curiosas referencias que acompañan al extraordinario banquete representado en las arquivoltas de su portada principal, ayudan, en gran medida, a que lo hipotético y lo fantástico se alíen en ese afán tan humana de intentar desentrañar los significados ocultos de algo que, en definitiva, bien se podría decir que nos supera.

De un tiempo a ésta parte, en algunos ámbitos culturales, se viene especulando, con cierta insistencia, con la hipótesis, no sólo de que San Pedro de Echano constituye un complejo y sofisticado observatorio astronómico -como algunos tildan, así mismo, a la cercana iglesia de planta octogonal de Santa María de Eunate-, sino también, que su famosa portada representa, en realidad, una sinfonía musical, inédita hasta nuestros días. Tal es la opinión de don Francisco Porras, Musicólogo, Doctor en Arte y Catedrático de Música, consignada en una revista de ámbito nacional y tirada bimestral, cuyas referencias adjunto por si alguien está interesado en profundizar en el tema (1).

Según don Francisco, en líneas generales, el tan traído y llevado banquete de los locos de San Pedro de Echano tendría unas reminiscencias de índole netamente celtas, que representarían una Lugnasad; o lo que es lo mismo, una reunión de bardos. Y la melodía, ejecutada con diversos instrumentos de viento y percusión, conformaría, en esencia, una composición gaélica. La teoría se ve apoyada por el Círculo Románico, en un segundo artículo aparecido en el número siguiente de la revista refenciada.

Yo ni quito ni pongo; en primer lugar, porque mis conocimientos musicales no me permiten juzgar con la suficiente seguridad lo acertado o equivocado de dicha teoría. Y en segundo lugar, porque la asociación románico-música es algo que ya se viene constatando desde hace muchos años, independientemente de que las iglesias románicas sean unas estupendas cajas de resonancia, como todos sabemos. Esto me trae a la memoria, cierto artículo de Mercedes Castellanos, publicado en los años ochenta en la revista Mundo Desconocido, donde ya se ofrecía una teoría similar con respecto al claustro del monasterio de Ripoll.

Cierto es, por otra parte, que esta línea de pensamiento formó parte de las explicaciones que tan gentilmente nos ofreció don Javier Inchusta -pido perdón si yerro en el apellido-, quien, amable y pacientemente nos proporcionó el acceso a la iglesia ésta pasada Semana Santa, permaneciendo con nosotros el tiempo suficiente para hacernos partícipes de sus conclusiones, no sólo con referencia a la música o la astronomía que pudieran estar presentes, sino también en el carácter evangelizador del simbolismo subyacente en el resto de elementos.

Aunque sin arte ni parte, aquí lo expongo, procurando ser lo más objetivo posible, esperando que el visionado del vídeo con el que se acompaña la presente entrada, sirva, al menos, para que quienes lo visionen, tengan algunos puntos más de referencia para sacar sus propias conclusiones.










(1) Revista Medieval, nº39, Francisco Porras: 'La música en Echano', 2011, páginas 36-45.