Creo
que el Románico era un Arte que utilizaba, como principal medio de expresión,
el Lenguaje del Alma. Desde esa
perspectiva arquetípica, creo también que ha llegado el momento de disfrutar
del asueto propio de las fechas navideñas en las que cada vez estamos más
inmersos y seguir cumpliendo, un año más, con esa tradición que, si bien no se
puede considerar como románica, sí al menos se le emparenta, cuando hablando,
así mismo, con el Lenguaje del Alma,
se desea no sólo unas felices fiestas, sino también la mejor de las suertes del
mundo para el nuevo año que llama a la puerta. Tal vez, como dice uno de esos populares
villancicos, Románica se marche y no
vuelva más. O quizás sí regrese, allá, por ese previsible y gélido mes de
enero que espera impaciente a la vuelta de la esquina y cumpla, durante otro
año, esa función completamente desinteresada y nada amiga de partidismos, de
mostrar esas maravillas artístico-culturales que a todos nos aguardan,
cualquiera que sea el camino que elijamos. Sea como sea, poco más se puede
añadir: dicho esto, tan sólo me resta desearos una Feliz Navidad –o un Feliz
Solsticio- y que, si la suerte nos da la espalda, que al menos la salud permanezca
fiel a nuestro lado en este nuevo año 2016.
Pasando la mañana del domingo
Hace 4 años