San Pantaleón de Losa
U bicada en la denominada Peña Colorada, un peñón rocoso con forma de quilla de barco, la iglesia de San Pantaleón constituye, sin duda, uno de los singulares atractivos del denominado Valle de Losa. Hablar de San Pantaleón, conlleva la ineludible tentación de referirse a un lugar con más que evidentes connotaciones mistéricas; un puntal de genuino atractivo, parada obligada para todo peregrino que, en su maravillosa aventura jacobea, quisiera ser testigo de un fenómeno evidentemente mistérico y cuando menos, singular: el fenómeno de la licuefacción de la sangre del santo. T radicionalmente, y cada 27 de julio -día de la festividad de San Pantaleón- miles de peregrinos se daban cita a las puertas del templo, para presenciar el milagro de la licuefacción de su sangre. Milagro que, dicho sea de paso, continúa perpetuándose cada año, puntual a su cita, aunque no comprendo -ni creo que llegue a comprender nunca- por qué el frasco que contiene tan preciada reliquia, fue apartado de su empla...