Un paseo por la catedral de Tarazona
Frontera natural con Soria y situada, además, a escasos kilómetros de ese sublime accidente geográfico, constituido por uno de los montes más misteriosos y legendarios de España, nada menos que su gloriosa Majestad, el Moncayo, la ciudad de Tarazona es, en sí misma, una de las grandes joyas patrimoniales de la antigua Corona de Aragón. Su monumental belleza, donde, a poco que se fije la vista del sorprendido viajero, tendrá la sublime sensación de encontrarse en otra genuina capitalidad del Arte Mudéjar, queda patente e las formidables torres de sus iglesias y muy especialmente, en las de su insólita catedral, donde sobresale, como un inaudito espejismo, su maravilloso cimborrio de forma octogonal. De hecho, es, por artificioso que tal comentario pueda parecer, una más de las admirables maravillas que conforman este imponente conjunto arquitectónico, que es una catedral, la de Santa María de la Huerta -recordemos esta curiosa advocación, pues la encontramos también en uno de los ...