jueves, 15 de enero de 2009

El Calendario Agrícola de Campisábalos


Siguiendo con el románico más representativo de la provincia de Guadalajara, a continuación expongo parte de las curiosidades de la iglesia de San Bartolomé, levantada, según todos los indicios, en el siglo XIII, cuando aún los reinos cristianos estaban en plena expansión y la zona constituía un auténtico toma y daca entre estos y el invasor musulmán. Campisábalos, enclavado en las cercanías de la Sierra de Pela, no muy lejos de las fronteras que delimitan las provincias de Segovia y Soria, cuenta en su haber -como no podía ser menos- con algunos rastros de la presencia del Temple en el lugar, como atestiguan las cruces paté de piedra que coronan la puerta de entrada al cementerio. También, y lo incluyo como dato anecdótico, porque en la cercana población soriana de Pedro -recordemos que allí se conserva la ermita hispano-visigoda de la Virgen del Val, datada aproximadamente en el siglo VII- aún se recuerda la leyenda de estos osados caballeros que, partiendo un día de Campisábalos, se acercaron hasta allí con la intención de robar una imagen mariana, que bien podría ser su Virgen titular, la Virgen del Val, en la actualidad, situada en el altar mayor de la parroquial de San Juan Bautista.

Aparte, y también como dato anecdótico, se puede añadir que, anexa a la iglesia, y más o menos en el lugar que ocupa el famoso calendario agrícola al que está dedicado la presente entrada, se construyó en tiempos posteriores una capilla -la del Caballero Galindo o Caballero San Galindo-, cuyo interior aún conserva numerosos enigmas, no sólo referidos a la misteriosa identidad de éste, sino también en cuanto a los temas de los capiteles -entre ellos arpías encapuchadas cabalgando a lomos de corceles- y una curiosísima imagen en madera de la Inmaculada Concepción.

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martes, 13 de enero de 2009

Iglesia de la Virgen del Val: 'Le Cirque du Soleil' medieval

'El tema de los contorsionistas en los templos románicos, bastante frecuente en el románico francés, es muy escaso en el eonio Herrera Casado: 'El románico de Guadalajara', AACHE iones, 2003]

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Pienso que el románico, aparte de ser todo un Arte que revolucionó por completo los esquemas de su época, es también toda una recopilación de enigmas y detalles. Enigmas y detalles que, dicho sea de paso, permanecen aletargados temporalmente en el subconsciente y despiertan otra vez a la vida en el momento más inesperado. Tal vez la chispa que me hizo rebuscar en el baúl de los recuerdos, estuviera motivada por los numerosos anuncios en televisión visionados durante las pasadas navidades, acuciándote a asistir en directo a la última representación del famoso Cirque du Soleil. Recordé, de súbito, la portada de ésta curiosa iglesia que sobrevive, lánguida y solitaria fuera de las murallas, en la pinturesca ciudad de Atienza.

El tema de los contorsionistas no es único en el románico -podrían citarse múltiples y variados ejemplos-, pero creo que la portada que se muestra en el vídeo, sí puede resultar de interés. Espero, pues, que disfrutéis de ésta curiosidad, y quedo a la espera de cualquier sugerencia que tengáis a bien hacer sobre el tema.

Ah, por cierto, tal vez también resulte interesante añadir que, en un principio, la iglesia estaba dedicada a Santa María. Y la figura de la Virgen con el Niño en brazos, a lomos de un asno que sobresale en solitario por encima de la portada, no parece ser tampoco muy común.


lunes, 12 de enero de 2009

El erotismo en el románico soriano

'Nadie puede desear el amor de Dios sin conocer antes el amor humano'
[Paulo Coelho: 'La Quinta Montaña']


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Al contrario que la promiscuidad reflejada por los maestros canteros medievales en numerosas iglesias enclavadas en ciertas regiones de la geografía española, como Burgos, Zamora, Palencia o Cantabria, el románico de Soria apenas juega -al menos de una manera alevosa y continuada- con el erotismo en los temas de las portadas, capiteles o canecillos de sus iglesias. Quizás debido a ello, y con el añadido implícito de que el sexo -a pesar de la aparente liberación de prejuicios- aún continúa siendo un tema tabú en numerosos estamentos de la sociedad, no deja de ser una interesante novedad, cuya visión -lo admitamos o no- conlleva el despertar de una sensación que muchas cadenas de televisión bien se encargan de fomentar hoy en día, con programas tipo 'Gran Hermano', donde parte de la audiencia permanece a la expectativa de las intimidades de las parejas seleccionadas para convivir durante un tiempo determinado en una casa especialmente habilitada, donde hay cámaras hasta en los lavabos. Me refiero, lógicamente, a ese pequeño diablillo -cuya presencia en la vida cotidiana el mundo medieval nos ha hecho llegar de mil y una maneras- denominado morbo.
Y nunca mejor dicho, porque en la época a la que me estoy refiriendo, tales manifestaciones artísticas reproducidas con todo detalle en una iglesia católica, y por lo tanto, conservadora a ultranza, no podían por menos que ser cosa del 'diablo': ¡Sexo! ¡Fornicación! ¡Pecado capital! ¡Infierno!...
Frente a tales evidencias, y dejando la cuestión del morbo en la frontera de lo meramente anecdótico, resulta poco menos que imposible no hacerse ciertas preguntas al contemplar las referidas manifestaciones de carnal afectuosidad que condenan, previenen o ilustran, según se mire, el acercamiento entre el hombre y la mujer.
No obstante, y siguiendo cronológicamente las pautas del vídeo que ilustra la presente entrada, he de comentar que la primera manifestación de carácter erótico, la encontramos en el pueblo fronterizo de Castillejo de Robledo.
Situado a 9 kilómetros del no menos interesante pueblecito segoviano de Maderuelo -en tiempos perteneció a la villa de San Esteban de Gormaz- todos los autores atribuyen a la notable presencia de la Orden del Temple, una de las iglesias más hermosas y llamativas del románico de la provincia: la iglesia de Nª Sª de la Asunción, actualmente en restauración y que, a juzgar por lo que se me comentó en mi última visita, cuando se vuelva a abrir al público, no se permitirá sacar fotografías de su interior.
Pueblo famoso porque numerosos autores tienden a situarlo como el lugar donde se produjo la famosa Afrenta de Corpes, en la cuál las hijas de Mío Cid fueron brutalmente ultrajadas por sus maridos, los condes de Carrión -observemos que el maltrato a la mujer lleva una continuidad a lo largo de la Historia- tal y como también asevera una inscripción lapidal situada enfrente de este templo, cuya genuina portada, al menos, está datada a comienzos del siglo XIII.

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