Santa María de Naranco
Mandada edificar por el rey Ramiro I, sus orígenes se remontan, cuando menos, al año 842. Resulta imprescindible reseñar, que cuando hablamos de Santa María de Naranco, hemos de referirnos, sin duda, a un edificio elegante, de proporciones simétricas, que fue concebido -prácticamente, todos los historiadores coinciden en ello- como residencia palaciega de una monarquía en pleno proceso de consolidación.
Situada a escasos tres kilómetros del casco urbano de Oviedo, ésta estructura prerrománica -semejante, comparativamente hablando, a la famosa Arca bíblica, que se supone en una ladera del monte Ararat- se ubica en una de las laderas del no menos emblemático Monte Naranco. Anclada, como digo, en una pradera, en la que prevalece durante todo el año ese maravilloso color verde esmeralda típico de los valles y los prados asturianos, ésta importante perla de la arquitectura astur, sorprende a propios y extraños, mostrando una considerable cantidad de detalles de extraordinaria calidad.
-
Comentarios