Santa María de Huerta: las misteriosas pinturas de la Capilla de la Magdalena
El artista, anónimo, por supuesto, realizó una auténtica maravilla allá, por los oscuros días posteriores a 1162, año que se tiene como válido -al menos, oficialmente- a la hora de considerar la fundación del carismático monasterio cisterciense de Santa María de Huerta. La historia, aunque simple, a priori -al menos en cuanto a la forma, que no desde luego, en cuanto al contenido- no deja de ser, en el fondo, lastimosa. Es de suponer que a consecuencia de la terrible peste que asoló media Europa durante la Edad Media, éstas pinturas -que en realidad, formaban una pequeña 'capilla sixtina'- así como muchas otras de otros templos y lugares, fueron completamente emparedadas bajo varias capas de cal quedando, aparentemente, relegadas al más absoluto de los olvidos. Casualmente, como suele ocurrir siempre en estos casos, salieron a la luz durante unas obras realizadas en 1970.
Más allá aún de las opiniones del Padre Tomás Polvorosa, que observa en ellas el viático de San Benito (1), presiento que esconden algo más importante; algo que radica tanto en los personajes como en los símbolos, aunque claro está, las opiniones -advierto- son como los gustos: todo el mundo tiene los suyos, y yo, en modo alguno, pretendo hacer cátedra al exponer los míos.
Lo que sí es importante, bajo mi punto de vista, no es lo que a cada cuál le parezca, sino, desgraciadamente, el paupérrimo estado en el que se encuentran -a simple vista, es difícil distinguirlas con claridad y se hace necesario recurrir a la fotografía y a las posibilidades que ciertos programas ofrecen- y la amenaza, cada día más evidente, de que lleguen a perderse definitivamente, retornando al limbo del olvido del que un día fueron rescatadas.
Dada su filiación -de la Magdalena- resulta evidente señalar que, en principio, el artista o los artistas encargados de desarrollar la obra, desarrollaron en ese periodo histórico comprendido entre finales del siglo XII y principios del siglo XIII -si hemos de creer la cronología ofrecida por el padre Polvorosa, en el libro citado., un tema que, al cabo de los siglos, conlleva el estigma del tabú, habiendo generado multitud de hipótesis y teorías, en modo alguno coincidentes con el ortodoxo conservadurismo desarrollado a ultranza por la Iglesia.
El desprestigio, por no decir el desdén hacia la figura de María Magdalena, 'la prostituta arrepentida', ha sido una constante dentro del estamento eclesial a lo largo de la Historia, viéndose aumentado aún más, si cabe, en la actualidad, posiblemente a raíz de las nuevas teorías relacionadas con el grado de acercamiento a la figura de Jesús y la continuidad de una línea de sangre real: sangreal.
Buena parte de culpa, la tienen tres autores británicos -Leigh, Baigent y Lincoln- cuando, allá, a principios de los años 80 -recuerdo que fue el fallecido doctor Fernando Giménez del Oso uno de los primeros introductores en España, cuando en el programa La Puerta del Misterio, avanzó las declaraciones contenidas en el libro, con la proyección del documental 'La sombra de los templarios'- publicaron un libro explosivo, que se convirtió inmediatamente en un auténtico best-seller: 'El enigma sagrado'.
(1) ['Santa María de Huerta, monasterio cisterciense', Agustín Romero Redondo, Luz Mª Luzón Núñez de Arenas, Isidoro Mª Anguita Fontecha, Edición del Monasterio, página 105]
Comentarios
Fotitos, por fa, sobretodo las que sale el ángel con la escalera... ahí puede haber un tema interesantísimo! Me las pasas please, y dices que tratan de la Magdalena?
Abrazines varios
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Ya creo que como dices, hay detalles, muchos detalles. La jarra que mencionas en la escena de la Anunciación es realmente desproporcionada a las figuras que la flanquean, Gabriel y la Virgen, casi nada. La jarra grande, redonda, como un útero, como un precioso grial, podría ser, porque no?
Y tu ángel preferido, portador de la escalera mística por la que sube y baja en el sueño de Jacob, una escena que añoro con todo el alma!
Mañana las saborearé mejor, gracias por taernos las imagenes Juancar, son una delicia.
Besos
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Pues nada más que por eso, empezaré la batalla sin dar cuartel. Debo precisar, que las pinturas no son románicas, sino del siglo XVI. Su estética las delata, tanto por la temática, como por la composición, o la técnica. Basta contemplar la vestimenta, o la actitud de los personajes, o los colores, para comprender que el mundo románico está ya muy lejos.
Eso no quiere decir, que no sean un conjunto singular y apreciable, de pintura tardo-gótica, con un simbolismo muy peculiar, o con una forma muy peculiar de interpretar el simbolismo.
Pero a pesar de ello, relacionar estas pinturas y su simbología de la Magdalena, con las elucubraciones de Leigh, Baigent y Lincoln, así como de todos los "fanáticos busca tesoros", o "neo-templarios seudo-griálicos", posteriores, está fuera de lugar.
Las fechas, las fechas...
Aunque sea a bulto y en una visión apresurada, con poco detalle, creo que este conjunto responde a un discurso propio, sin dependencia de "esoterismos" externos. Habría que estudiar todo el grupo, detalladamente, analizando cada elemento sin prejuicios ni ideas preconcebidas.
Salud y fraternidad.