Cifuentes: Portada de Santiago
Paradójica en sus manifestaciones y desconcertante en sus signos, la Edad Media propone a la sagacidad de sus admiradores la resolución de un singular contrasentido -escribía el enigmático Fulcanelli (1), añadiendo-: ¿Cómo armonizar el testimonio de los hechos históricos con el de las obras medievales?. Difícil cúestión, desde luego, teniendo en cuenta las terribles lagunas históricas que padecemos, así como la conveniencia implícita en amoldar la Historia, o sus episodios, de la forma que más nos convenga o sirve a nuestros intereses.
Si bien es cierto que España es un país inmensamente rico en testimonios históricos referidos a ésta y a otras muchas épocas -anteriores y posteriores- no es menos cierto, también, que muchos no han sobrevivido al terrible destino del desmembramiento o la ruina. Es el caso, sin ir más lejos, de este templo de San Salvador, lozalizado en la alcarreña población de Cifuentes, de cuya época original, fechada por los historiadores en el siglo XIII, apenas ha sobrevivido ésta, su monumental portada abierta al muro de poniente, conocida con el sugerente nombre de Portada de Santiago.
(1) Fulcanelli: 'Las moradas filosofales', Editorial Plaza & Janés, 1972.
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