Riocavado de la Sierra: iglesia de Santa Columba
'Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido...'.
[Antonio Machado]
Resulta poco menos que imposible que, situados frente a ésta iglesia de Santa Columba y rememorando la milenaria olma que fue una de sus más fieles custodias, no acudan a la memoria estos dolientes versos, escritos por Antonio Machado en Soria, en 1912. Si bien los versos del poeta rememoran a través de la visión comparativa del olmo, la enfermedad que estaba consumiendo a Leonor, su primera esposa y musa, en el caso de la ya también desaparecida olma de Riocavado de la Sierra, su desaparición significó, así mismo, una pérdida que todavía los habitantes recuerdan con nostalgia, pues no en vano, constituía un elemento popular de primer orden, siendo muchos los bailes tradicionales que se perpetraron a su sombra, como así indica un cartel conmemorativo situado enfrente de la iglesia.
Mucho más antigua, aunque su aspecto actual no lo parezca, es ésta última, que permanece bajo la advocación de Santa Columba, y fue consagrada por el obispo de Burgos en 1114, remontándose, pues, la historia del lugar, cuando menos, a ese nebuloso siglo XII, en el que los reinos peninsulares estaban en expansión y la Reconquista comenzaba a tomar forma.
Como referencia, se puede añadir que dentro del término municipal de Riocavado, se localiza el lugar de nacimiento del río Arlanzón, independientemente del hecho que el pueblo es atravesado, sin embargo, por un afluente del río Pedroso -aquél que, recordemos de la entrada anterior, recorre el término de Barbadillo del Pez, pasando cerca de la ermita de la Virgen de las Nieves-: el río Valdorcas. El pueblo está enclavado en la vertiente sur del Puerto Manquillo, y aunque en la actualidad cuenta con apenas una población que no llega a la cincuentena de habitantes, su historia, no obstante, es longeva y rica en matices. Eso lo demuestra, entre otros, el hecho de que no sólo se instaló en la zona la familia del conde Gonzalo Fernández -fundador del condado de Lara y padre de Fernán González- sino que también aquí, en Riocavado, tuvieron hacienda damas de alcurnia, como la reina de Navarra -que donó los derechos de la misma al monasterio riojano de San Millán de la Cogolla- y tampoco resulta extraña la presencia de uno de los apellidos más antiguos y poderosos de la Historia de España, los Velasco (1), buena parte de cuyos escudos de armas aún se pueden apreciar en lugares como Briviesca, capital de La Bureba.
A juzgar por lo que actualmente se puede observar, el templo de Santa Columba tuvo que tener en sus orígenes una línea armónica, en la que destaca el ábside, con sus contrafuertes -entre ellos, se parecia un ventanal con motivos foliáceos en sus capiteles- y sus arcos ciegos, detalle éste que se puede contemplar en numerosos templos de la provincia. Posee, así mismo, una alta y esbelta torre, en la que se aprecia un reloj moderno que, curiosamente, tiene el número cinco puesto del revés.
A la sencilla portada de medio arco del lado sur, se le han añadido elementos neoclásicos, como son el cuadrado que la contiene y un triángulo en la parte superior -símbolo de la Sagrada Trinidad- abierto en los lados, sobre un centro en el que destaca una cruz. Porbablemente, la portada original fuera mucho más elaborada y simbólica y su destino, es de presumir, el mismo que muchos inapreciables elementos histórico-artísticos de nuestro Patrimonio: museos nacionales, particulares o extranjeros.
(1) Los Quirós y los Velasco, conforman dos de las familias más arcanas que se conocen. No en vano, se tiene todavía muy presente -no sólo en el Principado de Asturias, de donde parecen ser originarias- el famoso dicho de: Antes que Dios fuera Dios, y los Velascos, Velasco, los Quirós eran Quirós y los Carrascos, Carrasco...dando a entender, que ya existían antes, incluso, de la llegada del Cristianismo.
Comentarios