Ribadavia
Cabeza
de partido de la comarca orensana del Ribeiro
y asentada a la orilla del río Avia, como su nombre indica, Ribadabia a pesar
de todo, continúa conservando buena parte de ese esplendor que la hizo ser una
de las más interesantes villa medievales, no sólo del antiguo reino
astur-galaico-leonés, sino también de la Península Ibérica. No tanto por su
belleza, quizás, como por la riqueza inherente a su entorno, fue ya, en su más
remoto pasado, foco de interés para numerosos pueblos, entre los cuales cabría
destacar la presencia, sugestiva y más cuanto se trata de Galicia, de los
celtas. Asaltada por musulmanes y sucesivamente reconquistada por cristianos -todavía se mantienen en pie buena parte de su castillo y sus murallas-,
no es de extrañar que intramuros se advierta, aún en la actualidad, la
presencia de diferentes etnias culturales que convivieron bajo la celosa
vigilancia de las órdenes militares, siendo una de las más importantes y representativas, la judía . A éste respecto, cabe destacar, no
obstante, la importante presencia de una orden religioso-militar en particular:
la del Hospital de San Juan de Jerusalén, que posteriormente pasó a
denominarse, simplemente, Orden de Malta. De dicha presencia dan cumplido
testimonio, cuando menos, la magnífica iglesia de San Juan, que marca, de
alguna manera, el acceso al barrio judío –donde igualmente se localiza
prácticamente intacta la antigua casa de la Inquisición, fácilmente reconocible
por los numerosos escudos que adornan su portada-, y la iglesia de Santiago,
templo románico no menos interesante que el anterior y de obligada visita para
los peregrinos que accedían al lugar, recorriendo el trazado de la denominada Ruta o Vía de la Plata, cuyos pormenores
y características veremos en las próximas entradas.
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