Vallejo de Mena: iglesia de San Lorenzo


Posiblemente mayor en importancia que la iglesia de Santa María de Siones, tanto para el peregrino como para los deseos arquitectónicos de sus constructores, el templo de San Lorenzo, situado en el cercano pueblecito merindés de Vallejo de Mena, ofrece detalles de especial relevancia, no sólo referidos a la magnífica portada que luce en su venerada Puerta del Perdón, sino también, en todo lo referido al ámbito de su conjunto que, según parece, y seguramente por falta de medios económicos, no alcanzó la categoría de colegiata, cuando no de catedral, como se pretendía en un principio.

Detalles, como decía, que, en menor medida, quizás, que la Puerta Especiosa del monasterio navarro de Santa María de Leyre -por citar un ejemplo de cierta relevancia- constituyen un auténtico compendio simbológico que merece la pena considerar, pues no en vano nos hallamos frente a otra fascinante e importante construcción religiosa, foco de reunión de peregrinos en este ramal secundario del Camino de las Estrellas.

De manera similar a como ocurre en Siones con la iglesia de Santa María, sobre el templo de San Lorenzo pende también una hipotética espada de Damocles, balanceándose, con o sin razón, con una no menos hipotética y alargada sombra, cuya historia, al menos en lo referente a ese génesis incierto, aunque comúnmente aceptado por los historiadores, que se remonta al año 1118, siendo por entonces rey de Jerusalén, Balduino II. Me refiero, como no podía ser menos, a la sombra alargada y terriblemente escurridiza de los Pauperes Commilitones Christi Salomonis Templi o Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón, conocidos como templarios.

Si bien es cierto -como tuve ocasión de constatar en agosto del año pasado- que puede hallarse alguna cruz paté en la fachada del templo, así como alguna estela funeraria de similar afiliación en su interior -al contrario que en la iglesia de Santa María de Siones- aquí, sin embargo, sí existe constancia que avala la pertenencia -por herencia o donación- a la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén, tal y como figura en una losa sepulcral del siglo XIV, localizada, así mismo, en el interior del templo. Dicha losa, contiene la reveladora inscripción: Donna Endrequina a Hierusalem...


Pero tampoco ésta, en mi opinión, resulta una cuestión de imperante relevancia; no más, en realidad, que el lugar de ubicación y la riqueza inherente a su importante simbolismo. Simbolismo que, comparativa y cercanamente hablando, no tiene nada que evidiar al de la vecina iglesia de Santa María. De hecho, ambos templos constituyen el referente principal, junto con la portada de la iglesia de San Pedro, en El Vigo, del románico de este Valle de Losa.


Dentro de la idiosincracia particular a esta división territorial conocida como las Merindades burgalesas, el Valle de Mena goza de algunas características, sean o no circunstanciales, que merece la pena revisar, siquiera sea de una manera aleatoria y somera. No en vano, dentro de su demarcación territorial se encuentra Taranco y la polémica que, como tuve ocasión de comprobar hace algún tiempo, suscita la inscripción que recuerda que fue precisamente allí, donde se constató por primera vez por escrito el nombre de Castilla y donde, así mismo, el tiempo no ha respetado el menor vestigio del arcano monasterio que se fundó, no muy lejos, se cree, del lugar donde se levanta actualmente el monumento conmemorativo de dicho evento, apócrifo, en opinión de algunos.
Como Siones, Vallejo de Mena se alza al pie de la Sierra de la Peña, curiosa advocación, bajo mi punto de vista, pues no son pocos los lugares y santuarios que, llevándola, indican o indicaban en el pasado la presencia de una Virgen Negra. También resulta, o puede resultar interesante, su vecindad con otro de los valles emblemáticos de las Merindades y el que posiblemente sea el templo más misterioso y desconcertante de todos: San Pantaleón de Losa.
Feliz circunstancia, así mismo, radica en el detalle de que tanto este templo de San Lorenzo, como el de Santa María de Siones y el de San Pedro de El Vigo, están parroquialmente a cargo de don Bernardino, párroco que, como afirmaba en la entrada dedicada a la iglesia de Santa María de Siones, merece, por el amor y dedicación que presta a sus iglesias, el calificativo de Último Custodio.
Visto globalmente, el templo de San Lorenzo semeja una sólida fortaleza, bajo cuya sombra se apiñan las variopintas casitas de un pueblo decididamente montañés, cuyas raíces habría que buscar, con toda probabilidad, en ese oscuro episodio histórico conocido como Neolítico, cuyos vestigios, pervivientes en forma de estructuras megalíticas -dólmenes, sepulcros de corredor y cámaras simples bajo túmulo, entre otros- aún pueden verse en las proximidades.
Se supone que su construcción se inició en el primer tercio del siglo XIII, destacando, sobre todo, sus tres portadas, de las cuales es particularmente llamativa por su riqueza artística, la portada de poniente, a la que aludíamos al principio como Puerta del Perdón, aunque se denomina, en realidad, Puerta de San Juan.
Cabe destacar, también, varios detalles iconográficos que se localizan, así mismo, en la cercana iglesia de Santa María de Siones. Tales motivos son, por ejemplo, las contínuas alusiones al Árbol de la Vida, detalle iconográfico que en este templo de Vallejo se localiza, en cantidad, en el interior, al contrario que en el templo de Siones, donde forman parte de los motivos escultóricos de los capiteles de la puerta principal; el motivo de la mano, cuyos dedos en Vallejo señalan hacia arriba, hacia el cielo, mientras que los dedos del canecllo absidal de la iglesia de Siones, señalan hacia abajo, hacia la tierra; la serpiente, interesante detalle iconográfico que se localiza en ambos templos, tanto en solitario, como en dualidades entrelazadas, formando el símbolo del infinito, cuando no aludiendo al número 8; la espiral, o mejor dicho, la doble espiral, constituye, desde luego, otro interesante símbolo que cabe destacar, al menos en este templo de Vallejo, y que recuerda, de alguna manera posiblemente soslayada, esos caminos iniciáticos o laberintos sagrados, afines a algunas catedrales.
En definitiva, un templo que conserva numerosos atractivos, siendo, posiblemente, el mayor de sus secretos, ese mensaje criptográfico al que hacíamos referencia, y que, como muy bien indican fuentes de Salud y Románico, no parece guardar relación con la advocación santoral por la que es conocido.

Comentarios

Syr ha dicho que…
¿ San Lorenzo?. Curioso y enigmático templo. Misterio en piedra que no guarda en toda su iconografía pétrea, ni exterior ni interior, referencia alguna al santo de su advocación. Ni a personaje nimbado alguno, apóstol, Virgen ni al mismísmo Cristo.

Volveremos, amigo Caminante. Algo esconde que nos está reservado para desentrañarlo.

Salud y románico
juancar347 ha dicho que…
Para serte sincero, Syr, y ya que lo mencionas, lo cierto es que no me había fijado en ese detalle. Sí que me llamó mucho la atención, no ver imaginería mariana del periodo, si exceptuamos alguna imagen moderna y el cuadro con la Virgen amamantando al Niño. Pero coincido contigo en que algo esconde y me gustaría mucho volver por esos lares. Un abrazo
Unknown ha dicho que…
Buenos días, Juan Carlos: creo que va siendo hora de que le hagas un homenaje (bloguero) a don Bernardino. Supongo (estoy casi segura) que él tiene algo que ver con la conservación de estas iglesias y con la admiración que se escapa entre tus palabras hacia él y hacia los tesoros que vigila. Un saludo.
juancar347 ha dicho que…
Hola, Iconos. Fue lo primero que hice cuando regresé de las Merindades. Puedes verlo en la siguiente dirección:
http://jc347.blogspot.com/2009/08/don-bernardino-el-ultimo-custodio.html
Un simple homenaje, también es cierto, para tanto mérito. Saludos
Unknown ha dicho que…
Me alegro de que ya lo hayas hecho. Sin conocer la trayectoria de don Bernardino más que por tus palabras, estoy convencida de que merece homenajes y agradecimientos. Un saludo.
Hola Juan Carlos,
he visitado esta mañana esta iglesia y yo QUIERO pensar que algo hay de templario. Ya se que hay demasiadas ganas de encontar a los pobres caballeros de Cristo en todas partes, pero a veces parece que también cualquier razón es válida para negarlos. No lo digo por ti, y yo soy un ignorante aficionado, pero en san Lorenzo he visto canecillos y otros signos bastante evidentes. La cruz paté que hay en uno de sus muros, es la que representa dentro de un círculo que también he visto en otros sitios menos sospechosos como Uceda (Guadalajara).

Entre sus canecillo se pueden "adivinar" al menos dos Baphomets. Uno barbado y otro "negro" como el de Beleña de Sorbe...

En general toda la zona está llena de elementos que perfectamente encajarían en el universo "esotérico" y no me gusta usar esa palabra por la connotación negativa que tiene, pero como dicen en mi medio tierra, "haberlas haylas".

tengo fotos de todo lo que te he comentado, si quieres ver alguna, será un placer.

Un saludo.
juancar347 ha dicho que…
Hola, José Carlos. Qué suerte que hayas podido acercarte hasta Vallejo y contemplar esta hermosura de templo. Entiendo tu postura; de hecho, yo tuve la misma impresión en agosto del año pasado, e incluso comenté algo del tema con su párroco, Don Bernardino -que por cierto, está muy enfermo- pero, aunque es cierto que se pueden observar algunos símbolos, digamos que, sospechosos de afinidad con el Temple, no me atrevería a poner la mano en el fuego así como así. Fíjate que incluso la misma polémica se deriva a la cercana iglesia de Siones, y en ésta, si has estado y te fijas, encontrarás quizás más 'afinidades' que en Vallejo. En realidad, creo que no se puede probar ni una cosa ni la otra; ahora, es evidente la presencia del Temple en la zona: no sólo lo prueba la cruz (mejor dicho) cruces grabadas en los sillares de la iglesia, sino también, por ejemplo, la estela funeraria con otra cruz paté que se encuentra en su interior. Por otro lado, no debe de sorprender la presencia de la Orden del Hospital, si tenemos en cuenta que muchos templos de las Merindades están construídos en un ramal secundario del Camino de Santiago. Esto dificulta aún más la cuestión, pues de todos es sabido que muchos de los bienes del Temple pasaron al Hospital, e incluso a la Corona. ¿Quién dice que la Corona no pudo delegar alguno de estos bienes entre los nobles y éstos, a su vez, donarlos al Hospital, como parece ser este caso?. En fin, creo que de momento podemos dejarlo pendiente, haciendo bueno el refrán de tu tierra. Un abrazo
P.D.: estaré encantado de ver cualquier fotografía que quieras enseñarme.
Pues si, también estuve en Siones. pero sólo las he visto por fuera. No importa porque vengo frecuente a la zona, y tengo que ir expresamente a San Pantaleón de Losa.

Lo dicho, gracias al interés de otras Órdenes y autoridades por hacer desaparecer los archivos y pruebas que atribuyan las propiedades "arrebatadas" algunos podemos disfrutar de ese juego al escondite imaginando y buscando pistas. Tampoco le hacemos mal a nadie!

La semana próxima te envío por mail alguna foto de las que te he comentado por si te gustan o sirven para algo.

Gracias por tu blog y tu interés.

Abrazo.
juancar347 ha dicho que…
Es una pena que no hayas podido ver ambas iglesias por dentro;sobre todo,Siones. Esta iglesia en particular, me impresionó. No creo que tengas problemas en San Pantaleón, pues allí hay un guía. Otro de los sitios clave de las Merindades. De entrada, su situación, ya es algo sorprendente. No menos sorprendente que su historia y los símbolos que, observarás, llamarán poderosamente tu atención. Otro lugar, digámoslo así, 'griálico' donde los haya. Ya me contarás qué tal la experiencia. Un abrazo

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