El castillo medieval de Sádaba


Dentro de ese verdadero emporio de singularidades, tanto artísticas como estéticas, que caracterizan a una región aragonesa muy especial, las Cinco Villas, situada entre Huesca y Zaragoza, destacan poblaciones, como Sádaba, que gozan del privilegio de tener uno de los castillos medievales mejor conservados del Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural español.


Detalle que resulta, no obstante, desconcertante, si tenemos en cuenta la ruina y desolación que se abatió sobre estos auténticos símbolos del poder feudal, afectando, notablemente a los que imperaban sobre poblaciones cercanas, como puede ser el caso de Uncastillo y Luesia.


Paradójicamente, si en las poblaciones cercanas hubo una arquitectura románica que dejó huellas profundas, con la presencia, indiscutible de un misterioso Maestro cantero o de un taller muy particular, el de San Juan de la Peña o de Agüero, Sádaba, no guarda ningún rastro de esa presencia, a excepción de una iglesia gótica, del siglo XIV, cuya soberbia torre impera sobre los tejados de la población, rivalizando en altura con las formidables torres de la fortaleza del siglo XIII.


Ésta, cuyos cimientos se levantan sobre un promontorio rocoso, se alza sobre un altozano cercano, desde cuya singular situación, se tiene una hermosa panorámica de un pueblo, que, a pesar de la influencia de la arquitectura moderna, todavía conserva, como suele ser tradicional por esta zona, buena parte de una arquitectura, rural y de herencia medieval, que caracterizan a los principales municipios de esta sorprendente región.

Opinan los historiadores, que antes del castillo que tenemos hoy a la vista, hubo una fortaleza anterior, fundada por el rey Alfonso I el Batallador, monarca que se distinguió, entre otras cosas, por nombrar como herederos universales, en su testamento, a las Órdenes Militares y en especial, a la Orden del Temple, detalle que trajo no pocas disidencias entre los nobles y que se saldó con la permuta de otros territorios y el asentamiento, en Aragón, de unos caballeros, los templarios, que comenzaban a hacer historia en España.


Otro de los soberanos más famosos que tuvo que ver con la población de Sádaba y este espectacular castillo, fue el rey navarro Sancho VII, apodado el fuerte, que actuó en favor de los habitantes, frente a la tiranía de una nobleza comandada por Arnaldo de Alascún, siendo, además, uno de los tres reyes protagonistas de la batalla de las Navas de Tolosa, que, acaecida en el año 1212, que desbarató al poderoso ejército almohade, siendo fundamental para una Reconquista, que, a partir de entonces, avanzó con paso de gigante.


Otra de las notables herencias de origen medieval que se pueden apreciar enfrente del castillo, es la de un nevero, perfectamente conservado, elemento fundamental donde se almacenaba la nieve y que contribuía a mantener frescos los alimentos.


En definitiva: un pueblo y un castillo notables, que invitan a una aventura cultural, donde la Historia y la Leyenda se estrechan fuertemente la mano y que son el complemento ideal para recorrer y dejarse llevar por el encanto de una de las zonas más notables de Aragón: las Cinco Villas.


AVISO: Tanto el texto, como las fotografías que lo acompañan, así como el vídeo que lo ilustra, son de mi exclusiva propiedad intelectual y por lo tanto, están sujetos a mis Derechos de Autor. 


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